Coaching Ontológico e Inteligencia Emocional



Fuente: conceptodefinicion.de/
La ontología se remonta a la época de los filósofos de la antigua Grecia, sin embargo, fueron los principales acontecimientos sucedidos en el siglo 20 en filosofía y biología, así como en la antropología, la sociología y la la física cuántica los que aportaron la base académica rigurosa para el desarrollo de la ontología como una disciplina profesional del coaching. Acontecimientos importantes en la biología de la cognición, la filosofía existencial y la filosofía del lenguaje, han generado una nueva comprensión de los seres humanos y de la interacción humana, incluyendo la naturaleza de la percepción humana, la comunicación y el comportamiento. Estos desarrollos se han integrado para formar un nuevo campo de conocimiento, llamado “Ontología del observador", como una disciplina para el entrenamiento profesional.

"La vida humana se experimenta internamente como un proceso continuo en momentos indefinibles sin embargo, nuestra vida se nos presenta como un estado constante de ser".
Esta premisa se presta a una serie de conceptos: en cualquier momento dado, nuestras acciones son una manifestación de nuestra forma de ser en ese momento; nuestra forma de ser es dinámica, pero con el tiempo, vemos patrones con los que creamos nuestras historias de cómo somos nosotros y como vemos al mundo. Si vamos a crear algo nuevo o diferente en nuestras vidas, entonces tenemos que desarrollar una nueva forma de ser en el futuro y en última instancia, los nuevos patrones del ser.

Debido a que estamos construyendo desde las bases mismas de la condición humana, la teoría ontológica y el coaching se pueden aplicar a todos los aspectos de la vida.
Como resultado de esta premisa, el coaching ontológico se centra en dos aspectos clave; la capacidad de desarrollar interpretaciones efectivas de la condición humana y cómo nos relacionamos con los demás de acuerdo a nuestras competencias conversacionales. Los entrenadores utilizan estas distinciones para explorar la forma en que un cliente toma acción en la vida y apoya el cliente para establecer una manera más eficaz de ser y, como resultado, las acciones más eficaces que debe tomar.

Por su parte, la inteligencia emocional no es ahogar las emociones sino dirigirlas y equilibrarlas, en este sentido la inteligencia emocional y el coaching están muy relacionados, esto en el sentido, de que ambos significan autoestudio y auto-reconocimiento de emociones, aptitudes y actitudes. Ambas terminologías incluyen: auto-control, automotivación, autoconocimiento, empatía y la habilidad para socializar. La inteligencia emocional una vez que se desarrolla permite la comprensión de sí mismo, su objetivo, intenciones, comportamiento y todo; además de la compresión de los demás y sus sentimientos.

El proceso y los resultados de desarrollo de la inteligencia emocional también contienen muchos elementos conocidos para reducir el estrés de las personas y organizaciones, por la disminución de los conflictos, la mejora de las relaciones, el entendimiento y el aumento de la estabilidad, la continuidad y la armonía. El aspecto emocional no debe ser desestimado en el ámbito laboral, debido a que éste definitivamente contribuye en la estructura de las organizaciones, por cuanto influye en la toma decisiones, debido a que las
emociones están conectadas con el estrés laboral, el estilo de vida laboral, la comunicaciones en el trabajo, las reacciones para con los compañeros y la actitud positiva ante el día a día; la combinación de todos estos elementos generan el clima organizacional. Generalmente cuando un empleado se familiariza con la tarea que desempeña la misma se vuelve una rutina; lo que impide precisamente que surja la creatividad es la rutina, la creatividad se da justo cuando la motivación es puesta en marcha.

Para tener éxito se requiere de la conciencia efectiva, el control y la gestión de las emociones propias y de las de los demás. En este sentido, el Coaching emocional, es un proceso de aprendizaje transformacional en el cual trabajamos en acortar (disminuir la brecha entre lo que estoy siendo y lo que quiero lograr, que por mi manera de ser y el escaso dominio emocional, no estoy pudiendo lograr ) la distancia entre “lo que hoy estoy pudiendo” y “lo que quiero y en este momento y no estoy pudiendo lograr”, tomando este aprendizaje como una nueva posibilidad de acción y, teniendo en cuenta que para obtener resultados tomamos acciones, y éstas tendrán relación con cómo observamos e interpretamos el mundo y a nosotros mismos y cómo gestionamos nuestras emociones, con el fin de reaccionar frente a obstáculos o desafíos de manera inteligente, creativa y conciliadora.

El coaching, como ya se ha mencionado en este trabajo es el descubrimiento y potenciación de talentos y a su vez el talento es pura inteligencia emocional, la cual se desarrolla poniendo en práctica:

 La toma de conciencia
 Manejo de técnicas de control y expresión emocional
 Desarrollo del entusiasmo y la motivación
 Compresión de los sentimientos ajenos (empatía)
 Habilidad para la influencia y la persuasión (liderazgo).

Un coach ontológico, es un tipo particular de entrenador que simboliza las poderosas distinciones de la "Ontología del Lenguaje", también se habla de la "ontología del observador humano", y que es capaz de apoyar a las personas en la consecución de sus objetivos y la creación de una nueva forma de hacer las cosas. A pesar de que la gente a menudo sabe lo que quiere en la vida, muy a menudo no saben cómo llegar allí. Del mismo modo, no siempre saben cómo evitar lo que no quieren. A veces, las personas ni siquiera saben lo que necesitan. Tratar con esta ceguera es el trabajo de un entrenador ontológico, estos apoyan a otras personas en los que les falta en los distintos ámbitos de sus vidas, las relaciones, el trabajo, la familia, la carrera y así sucesivamente.

El papel de un coach ontológico no es decirle a la gente cómo ser o comportarse, sino ayudarles a identificar y lograr lo que desean. Coaching ontológico no es un proceso basado en un guión conocido por el entrenador, se trata de permitirse servir a otros y mejorarse a sí mismos, ampliar sus posibilidades, aumentar su capacidad de aprender, actuar con mayor eficacia y mejorar el diseño de su futuro. Hay arte y aprendizaje profundo en el enfoque ontológico, algunos han dicho que el coaching ontológico es el coaching para el alma humana.

Las habilidades anteriores se obtienen una vez que se hace coaching, es por esto que se puede sintetizar que el coaching y la inteligencia emocional tienen una relación positiva, esto quiere decir que a medida que se avanza en un proceso de coaching o autocoaching aumenta la inteligencia
emocional.

En este sentido, el coaching es una buena herramienta, debido a que mediante él se reaprenden los sentimientos y las emociones, se reprograman las áreas lastimadas a partir de la conciencia de sobrevivencia, se toma conciencia de la propia persona, se practica el autodominio y la empatía, se desarrolla el arte de escuchar, resolver conflictos y cooperar.
Es así, como en procesos de desarrollo de inteligencia emocional el tipo de coaching que más puede ser puesto en práctica es el coaching ontológico, ya que este permite que ocurra un crecimiento en el dominio del ser a través de un aprendizaje transformacional que cuestiona con respeto los modos tradicionales de percibir e interpretar, donde las personas y los equipos interrumpen sus patrones de conducta y comportamiento habituales para comenzar a operar con mayor creatividad, protagonismo y pro-actividad generando competencias emocionales del hacer, del pensar y de la comunicación.

En un mundo de cambios constantes e implacables, nos encontramos ante el reto de reinventarnos continuamente a nosotros mismos para que podamos adaptarnos con éxito a circunstancias nuevas e imprevisibles. El coaching Ontológico apoya a las personas a convertirse en observadores más potentes, capaces de no sólo tomar una acción más eficaz, sino también para desarrollar continuas formas flexibles de pensamiento.

La teoría y la metodología del Coaching Ontológico permite a un entrenador observar y trabajar constructivamente con tres dominios esenciales de la existencia humana - el lenguaje, las emociones y el cuerpo - como medio para el apoyo a los clientes de coaching para desarrollar nuevas e importantes perspectivas que generan comportamientos más eficaces.

El coaching ontológico desarrolla la actitud y la aptitud para generar nuevas ideas, para crear nuevas posibilidades, para descubrir nuevos significados, para inventar nuevos caminos, para encontrar nuevas conexiones, ya sean en el nivel individual o en el social. Es poder “soltar” lo seguro-conocido, para iniciar un “viaje” a la región de lo “aún no explorado”, para atreverse a diseñar un porvenir acorde a nuestras inquietudes.

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